Las personas siempre nos comunicamos, aún cuando pretendamos no hacerlo, por ejemplo, permaneciendo calladas o distantes. Es imposible no comunicar.
Si comunicamos constantemente, procuremos hacerlo de forma edificante. Con eso construimos oportunidades para todos y generamos emociones positivas a nuestro alrededor.
Es ideal que tengamos metas y objetivos claros, que busquemos y generemos oportunidades para lograrlos, con la convicción de que los concretaremos. En esto la buena comunicación es de gran ayuda, un bien propio que le da utilidades a corto, mediano y largo plazo, que de seguro le ayuda a ser exitoso.
Una buena comunicación cumple ciertas condiciones, tales como:
- Un mensaje estructurado y claro
- Hablar de lo que se tiene conocimiento
- El lugar y el momento adecuados, ya que influyen en esta
- El mensaje se adapta al contexto
- El tono de voz es el apropiado
- El volumen de la voz y los silencios se adaptan según sea necesario
- La comunicación no verbal debe estar acorde con lo que deseamos comunicar
El último punto, de la comunicación no verbal, nos permite reconocer y expresar emociones, incluye aspectos claves como:
La expresión facial: Sabemos si nuestro interlocutor nos ha comprendido por la expresión de su rostro.
- La mirada: Demostramos interés cuando mantenemos la mirarla (sin fijarla) en el interlocutor.
- Los gestos: Enfatizan el mensajes, expresan visualmente lo que se dice, regulan la conversación
- La proximidad espacial (proxénica): Intima, 0 a 45 cm; personal, 45 a 120 cm; social, 120 a 365 cm; pública, sobre 365 cm.
- La apariencia personal: Suele causar la primera impresión, incluye aspectos como la vestimenta, el peinado, el aseo, etc.
Cada día podemos trabajar por mejorar nuestra comunicación. Es recomendable prestar atención al efecto negativo o positivo que los medios de comunicación y el entorno tienen sobre nosotros, y procurar retener o adoptar solo aquello que nos ayuda a superarnos.
¿Cómo sabemos cuando la comunicación no ha sido acertada? Se aprecia a medida que pasa el tiempo, porque habrá confusión, malos entendidos, algo de enojo, baja productividad.
¿Quién falla cuando la comunicación no es adecuada? Lo importante es evaluarnos a nosotros mismos, mejorar aquello que podemos y luego, sin críticas, ayudar a los demás a hacer lo mismo.
Sea un buen comunicador y los demás lo seguirán!